lunes, 6 de junio de 2016

Mario Escobar: 'En el lugar más oscuro'

Mario Escobar no descansa. Apenas ha concluido su demoledora gira americana con la promoción de 'Canción de cuna de Auschwitz', y ya tiene en la recámara de su ordenador la siguiente novela: 'En el lugar más oscuro'. Sale a la venta el 9 de junio. Es un relato en el que claramente muestra su faceta ecuánime de historiador y de persona sensible a la adversidad humana. Y se nota esa mano cuando explica de manera equilibrada y sin dejarse vencer por ningún fanatismo lo que sucede en la Siria actual, tras los atentados de París y Bruselas. No pierde por ello la intensidad narrativa a la que nos tiene acostumbrados. Mario Escobar nos desnuda las emociones de unos seres humanos en el borde, en el límite, que lo han perdido todo, y que sólo les queda la vida aunque no sepan si por un tiempo de horas o de minutos. Hemos elegido este fragmento de 'En el lugar más oscuro':



"Mientras Kadar se afana en arreglar el sistema informático, Estelle escucha las palabras del director Murad, sabe que la parte primordial de su viaje consite en escuchar y ver.
-A veces creo que todavía estoy soñando, que esta pesadilla desaparecerá pronto y todo volverá a ser como antes. En contra de lo que piensa la mayoría de la gente la guerra siempre llega silenciosa. Nadie la espera y pocos la desean, pero cuando entra en tu vida no la deja hasta devastarlo todo. No me refiero a los edificios o este hospital que es el sueño de toda mi vida, hablo de las vidas -dice el hombre con un nudo en la garganta. Después aparta las lágrimas de su mente y continúa hablando, como si estuviera pisando brasas encendidas cada vez que ahonda en sus sentimientos-. Después del horror viene la anestesia. Te niegas a sentir y a pensar, no quieres que el temor te paralice y te convierta en un blanco fácil. Mueren tus amigos, se marchan tus familiares, dejas de despertar por las mañanas a tus nietos, tu esposa termina poco a poco, se marchita a tu lado hasta que el misericordioso Dios la lleva a su morada. Este hospital es lo único que me queda. ¿Dónde puedo ir? Ese pensamiento egoísta me atormenta. Me pregunto si me sacrifico por las personas que sollozan en los pasillos del hospital o simplemente me aferro a lo único que logra levantarme cada mañana."

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